miércoles, 27 de junio de 2012

Triatlon de Grijota 23 de Junio 2012

Crónica de Israel Villullas Guerrero


Llegamos a Grijota sobre las cuatro menos diez, el canal estaba tranquilo y ya se podía ver el encantador ambiente del triatlón, todos los coches aparcados con bicis por todos los lados, triatletas, neoprenos, …


Pronto localice a mis amigos de triatlón, los junior, Sergio Retuerto, Raúl Manso, …, muy buena gente por cierto. Una vez realizados los saludos, mi padre y yo fuimos a por los dorsales y de más; una vez recogidos los dorsales, volvimos al coche a descargar las bicis; María me dio un poco de réflex en la espalda, pues me dolía un poco. Preparamos las bicis, las engrasamos la cadena, le di aire a las ruedas y, por primera vez deje los automáticos enganchados a la bici con las típicas gomas, como los “elite” (es la primera vez que lo hacía y estaba un poco nervioso).
Una vez metidas las bicis en boxes, cogí la vaselina, el neopreno, el gorro y las gafas y, me puse a caminar hasta la salida del triatlón, mientras íbamos caminando, nos pasó el primer camión de triatletas, los nervios empezaban a aflorar; llegamos a la salida, me eche la vaselina, me puse el neopreno, el gorro y las gafas y, como un pececillo me tire al agua, joder que fría estaba, y yo con mis gorduras enseguida me llego el frio al hueso; rezaba por que diesen ya la salida, pero no dejaban de llegar triatletas, eso era increíble.


A las cinco y media de la tarde sonó la bocina y, como en la mayoría de los triatlones, eso era un show, hubo leches por todas partes, pero enseguida la gente se empezó a dispersar; yo no sabía cómo iba, pero tampoco veía que hubiese mucha gente delante de mí así que me motive más. A mi lado iba uno que no dejaba de pegarme continuamente, patadas, puñetazos, …, que mal lo pase hasta que me deshice de él.




Salí del agua, me quite la parte de arriba del neopreno, y cuando llegue a boxes me lleve una grata sorpresa, estaba lleno de bicis todavía, había salido el 35 del agua, estaba que no me lo creía, me monte en la bici y, salió bien lo de las gomitas de las zapatillas, menos mal. Cogí un grupo de bici de los de adelante, iban pegándose unos coletazos bestiales, pero yo iba todo contento, mi padre todavía no me había alcanzado, pero, en el kilómetro seis del segmento de bici, hubo un frenazo en seco, a mí no me dio tiempo a frenar, intente esquivarlos pero a 38 kilómetros por hora que íbamos no pude hacerlo y me pegue una leche del copón, menos mal que caí en la cuneta y tenía hierbas; me levante, no sabía ni lo que había pasado, cogí la bici, puse la cadena en su sitio y me monte de nuevo, tenía dolores en el gemelo, cadera y cuello.

Me paso el grupo de bici de Yannick, y a continuación me cogió el grupo de mi padre y conseguí engancharme a ellos, pronto llegamos al giro de 180 grados, mi padre me aviso de que tuviese cuidado que iban a pegar el coletazo, pero yo no tenía fuerzas para enganchar de nuevo, y me dolía bastante la cadera pero tenía claro que tenía que terminarlo, no quería decepcionar a mi padre. Mi padre me pego un empujón que me vino a teta, y me llevo hasta boxes, cosa que algún día se la devolveré como muestra de agradecimiento.



Una vez entre en boxes, me puse las zapatillas de correr y ala, cinco kilómetros; según salí de boxes me dieron agua, que bien me sentó, los dolores se empezaban a intensificar en cada zancada, me paso mi padre, yo tenía claro que aunque fuese andando iba a terminarlo, en el kilómetro dos estaba Lici, el cual me animo y eso me vino bien. Yo como muchos otros triatletas, pensábamos en llegar a la treinta para recibir agua, pero al llegar nos llevábamos la sorpresa, no había agua, madre mía que sed hasta la meta. Poco a poco iban apareciendo los carteles de kilometro tres y kilometro cuatro, esto ya se acababa y psicológicamente mejoraba.

A los veinticinco minutos de carrera a pie vi el arco de meta, que alegría había llegado ya, pronto me hidrate, y un chico que iba conmigo en el primer grupo de bici, me pregunto qué tal estaba de la caída, enseguida vino mi padre y María haber que tal estaba, como me cuidan, no me puedo quejar, comí sandia y bebí todo lo que pude. Las pulsaciones volvían a estar en su sitio, y poco a poco me iba recuperando del cansancio, pero decir que acabe contento y me puse a ver a la gente llegar a meta.

Vi llegar a Eli, sonriente como siempre, ya puede ir todo lo cansada que quiera que no te dejara de sonreír. Pablo Lucas el mejor palentino y Yannick el segundo mejor, enhorabuena a los dos y a todos los finisher.




Disponemos tambien de una cronica personal de Joselu, no tiene desperdicio, muy recomendable su lectura -> Aqui 

6 comentarios:

  1. Que buena Cronica Israel ¡¡¡ Date por fichado para esta labor.

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    1. Que bien lo has contado. Con lo joven que eres!! Me ha encantado como describes cada momento... y todo lo de tu padre!!! Sigue ahí que te esperan muchas metas y muchos triunfos. me has emocionado. Tu padre pude estar bien satisfecho.

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  2. !!como te pareces a tu padre cuando era como tu!!, vaya par de buenos atletas, sigue así, majo.

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    1. Soy de Dueñas Ana Villullas (aunque no sea pariente de tu padre)

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  3. Jose Luis Diez Galindo30 de junio de 2012, 9:16

    Me encanto la cronica.
    Se ve que sabes sufrir y la motivacion es grande en el deporte es muy importante, hiciste lo de dejar las zapatillas en los automaticos como me comentaste, siempre hay que mejorase unos segunditos muy buenos. Un beso chavalote por mi parte llegaste el primero.

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  4. gracias a todos me alegro que os halla gustado :)

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