Embalse de la Grajera (Logroño), aun no es de día y aquí estamos esperando a recoger los dorsales para el “I Triatlon ciudad de Logroño 2014”.
Es la primera edición de éste triatlón, que en realidad son 3 pruebas, ya que se puede competir en distancia sprint (750-23,5-7,5), olímpica (1500-44,5-7,5) y doble olímpico sin drafting (3000-82,5-15), incluso se puede participar por equipos.
La natación se realiza en el embalse de la Grajera, a pocos kilómetros de Logroño. El circuito de bici son dos vueltas que discurren por tramo urbano en Logroño y pueblos cercanos para terminar en el centro y realizar la carrera a pie por la ciudad.
Por parte del club Triatlon Palencia nos encontramos César Vega, Guty, Diego y el que suscribe.
Diego va a participar en la distancia olímpica, César y yo en el doble olímpico. Por desgracia Guty es baja de última hora pero está al pie del cañón para echarnos una mano con la logística junto con Isa, la chica de Diego. Gracias a ambos por el apoyo y los ánimos.
Una vez que tenemos los dorsales, toca preparar todo. Al estar la T1 y la T2 en diferentes lugares, tenemos que entregar el material que queramos tener en la T2 para la carrera a pie.
Con todo preparado, vamos a pasar al control de material, dejar colocadas las bicis y echar un vistazo al agua. César ha tenido la oportunidad de nadar el día anterior y nos comenta que se nada bastante bien. Por la megafonía ya indican que el neopreno es opcional, lo que algunos agradecemos ya que nadar 3000m. en mi caso se hace largoooo.
Va pasando el tiempo y los nervios empiezan a aflorar. Para mí es la primera prueba de la temporada, éste año entre una cosa y otra no me he estrenado, así que se me olvidan cosas, andas espeso, etc, etc.
Tras pasar el control de los chips, al agua patos. La salida es desde dentro del agua, es un recorrido de tres vueltas en la distancia doble olímpico.
Y por fin, pistoletazo de salida. Golpes, manotazos, patadas y demás… A buscar un hueco donde no haya nadie y poder ir tranquilo y de boya en boya. La primera vuelta da la sensación de haber pasado rápido, la segunda se hace eterna y en la tercera como ya vas pensando en la bici, pasa rápido. Hay que destacar que se nada muy bien, la temperatura del agua es buena y corriente cero.
Llegamos a la rampa de salida y allí está Guty animando. Camino de la T1 en lo que vas corriendo y quitándote el neopreno, gorro y gafas me comenta que Diego ya ha salido del agua y que va muy bien.
Una transición más o menos rápida. A mayores tenemos que dejar todo recogido en una bolsa para que nos lo lleven posteriormente a la meta, un trago de agua y a dar pedales.
Los primeros kilómetros para llegar a Logroño pasan rápido y una vez en el tramo de circuito urbano se rueda rápido. Curvas, rotondas, resaltos y avenidas largas para poco a poco volver a salir de Logroño. Los kilómetros van pasando y vas viendo que el circuito de bici no llega a ser rompe piernas pero pica un poco para arriba, te permite ir acoplado bastante tiempo, ya veremos la segunda vuelta si logramos mantener el mismo ritmo. Tratando de ir rápido pero llevando cadencia para no castigar mucho las piernas los kilómetros van pasando. En la localidad de Nalda la carretera ya empieza a suavizar, así que a dar más pedales para subir la media. Logroño ya se intuye más cerca y al entrar en el casco urbano, se repiten los ánimos. Un giro de 180º y la primera vuelta superada. Avituallamiento líquido para repostar y al lío.
El hecho de conocer el circuito tras la primera vuelta te ayuda a pensar donde puedes apretar y donde hay que recuperar. Aunque ya llevas kilómetros en las piernas, van respondiendo y aguantan. Los kilómetros pasan y ya queda menos para terminar, la cabeza va bien, que también es importante. A pocos kilómetros de Logroño ves que la bici ya se va a acabar y toca correr. Últimos metros y la T2, el juez con la bandera indicando donde bajarse. Saltamos de la bici, cambio de zapatillas, gorra y a correr… Allí están Diego que ya ha terminado su prueba, Guty e Isa animando.
El circuito de carrera consta de dos vueltas de 7,5km. ya es el último trámite para terminar. Las piernas van respondiendo, con algún amago de calambre pero que sólo queda en susto. A un ritmo más o menos constante, no tan rápido como quisiera, los kilómetros van pasando. Buscando la sombra porque ya empieza a calentar bastante, bebiendo en los avituallamientos y echándote agua por encima para refrescar. Una parte del circuito transcurre paralela al río Ebro, se corre muy bien, primero por una orilla y después vuelves por la otra para volver a las calles del centro.
Ya viendo el arco de meta se completa la primera vuelta. Hay que apretar un poco más, lo que te dejan las piernas… Un kilómetro, otro y otro más, avituallamiento, agua y correr. Vistazo al reloj y kilómetro 13 así que hay que forzar. Los últimos metros y ya está, apretando los dientes y echando el resto que queda cruzas la meta y ya está. Han sido 4h50m39s, no es un tiempazo pero me conformo, tras el parón de éste año ves que el cuerpo ha respondido bien y las sensaciones son buenas.
Al rato ya llega César. Ya estamos todo, echamos una foto para el recuerdo y a recoger todo. Habrá que esperar al año que viene porque si se vuelve a celebrar, allí estaremos porque la experiencia ha sido buena y la organización también. Mucha presencia de guardia civil, policía y voluntarios para dar seguridad,y en la distancia que he participado el hecho de que no haya drafting lo hace más puro, ojalá todas las pruebas fuesen así.
No hay que finalizar sin hacer mención de la 11 posición de Diego en el olímpico. Vaya carrerón que se ha marcado. César y yo nos conformamos con la 168 y 82 posición.
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